miércoles, 20 de noviembre de 2013

Por favor, abra la boca.

Creo que el que te saquen una muela es una de las experiencias mas bizarras que he tenido en mi vida. No es que haya tenido muchas, pero al estar recostado en la silla del dentista con una luz apuntándome directo a la boca, el asistente del dentista acomodando instrumentos y el doctor pidiéndome que abra la boca tampoco es que es una situación común del día a día. (Al menos no de mi día a día, del dentista no sé)

Mientras veía como metían pinzas en mi boca y sacaban los trozos de diente de mi boca, me sentía como en la película de Stanley Kubrik "Naranja mecánica" cuando la sociedad determina que el personaje principal tiene un problema y lo someten a un tratamiento para cambiarlo y que pueda "reformarse" y se adapte nuevamente a la sociedad.



La verdad, lo queramos o no, nos gusta la idea de pensar que había algo malo con nosotros, pero hicimos lo necesario para cambiarlo y así adaptarnos. De lo contrario no estarían tan solicitados los dentistas, cirujanos, consultores de belleza, psicólogos y toda la demás serie de profesiones que buscan ayudar a las personas con sus problemas.

Si te sientas a pensarlo con calma, independientemente de el exagerado concepto de belleza y de la distorsión que se le ha dado a la imagen de lo que es "normal", considero que el querer cambiar para adaptarse es lo que nos hace formar una sola raza humana, no es tan malo querer ser como los demás o cambiar para poder adaptarse.. Simplemente es importante no olvidar quien realmente somos, de donde venimos, y lo que realmente queremos.

Con esta reflexión los dejo, espero sus comentarios y los leeré luego.

Saludos
JP

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